Fue por las calles del Centro de Córdoba y otras ciudades del país. Se movilizaron contra la radicación de una planta de semillas en Malvinas Argentinas.
Miles de personas se movilizaron anoche en la ciudad de Córdoba en contra de la instalación de una planta de Monsanto en la localidad de Malvinas Argentinas. La marcha comenzó en Colón y Cañada y concluyó con en la ex Plaza Vélez Sársfield.
La movilización es parte de la resistencia de vecinos y grupos ambientalistas a la radicación de una planta para procesar semillas de maíz, en la localidad de Malvinas Argentinas, ubicada 14 kilómetros al este de la Capital provincial. La construcción de dicha empresa estadounidense supone una inversión de 1.500 millones de pesos y la creación de 400 puestos de trabajo.
El plan había sido presentado a la presidenta, Cristina Fernández, en junio pasado, por directivos de la firma. Cuenta con el apoyo del gobernador, José Manuel de la Sota, y el intendente de Malvinas Argentinas, Daniel Arzani.
La marcha reunió a miles de personas. Los organizadores daban cifras que hablaban de entre cinco mil a 10 mil manifestantes, principalmente jóvenes. Lo que pudo apreciar este diario es que ocupó unas tres cuadras de avenida Vélez Sarsfield.
Hubo una fuerte presencia de organizaciones ambientalistas, dirigentes y militantes de partidos de izquierda y de movimientos sociales, identificados con sus respectivas banderas.
Las principales críticas se apuntaron contra De la Sota, contra Arzani y contra los funcionarios de Agricultura de la Provincia. También había banderas en contra del Gobierno nacional.
Los oradores y las pancartas denunciaban el “peligro de contaminación por la instalación de la planta” y pedían que Monsanto fuera expulsada de América latina.
“Le estamos diciendo no a Monsanto por el currículo que tiene. Si uno se pone a leer desde el inicio de esa empresa, está destinada a crear muerte y contaminación, desde el agente naranja en adelante”, dijo Martín Carranza, del colectivo Paren de Fumigar.
“Otro punto fundamental es que países del primer mundo europeo, como Francia, le han dicho no a la instalación de Monsanto. En un montón de países tienen juicios por contaminación que los han perdido. Por eso decimos no a Monsanto”, agregó.
También en Buenos Aires y Tucumán
La protesta se replicó en todo el planeta así como en varias ciudades del país.
La principal manifestación tuvo lugar en la ciudad de Saint Louis, condado del estado de Missouri (Estados Unidos) donde la empresa tiene su casa central y están previstas acciones en más de 60 ciudades de Argentina (Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Paraná, entre otras) Alemania, Canadá y Filipinas entre otros países.
A millones de personas los une la preocupación por la evidencia de que los alimentos transgénicos afectan a la salud humana y el hecho de que las empresas y la mayoría de los políticos hacen oídos sordos a la protesta pública contra estos productos para proteger grandes beneficios.
El gobernador José Alperovich confirmó a principios de agosto que la multinacional realizará inversiones por $ 20 millones en Tucumán. Esta noticia la había dado antes la presidenta Cristina Fernández quien defendió el acuerdo con la repudiada firma.
La compañía, proveedora de productos para la agricultura, especializada en biotecnología y productora de glifosato (herbicida), trabajará en la producción de semillas de maíz y soja, explicó el mandatario provincial.
Fuente: La voz del interior – Córdoba